→ La idea era crear una cadena de cafeterías que se convirtieran en el tercer lugar, es decir que se visualice como un lugar que estuviera separado de la casa y del trabajo, lo cual significaría cosas diferentes para personas diferentes, como menciona Schultz.

→ Buscaban generar un alto grado de estatus y satisfacción, a través de la venta de café en grano y café “premium”, los cuales se elaboraban para gente bien educada y clientes de cuello blanco (sesgo femenino). Con ello, al brindar un café de alta calidad, y un lugar cómodo para ellas principalmente, se sentía dicho grado de satisfacción y estatus al presenciar el local y consumir sus productos.

→ En cuanto al empleado de la empresa, existía un alto grado de satisfacción, donde los ratios iban entre 50% y 60%. Con ello, se puede considerar una buena oportunidad, ya que la empresa cuenta con un calificado ambiente laboral, siendo este considerado un diferencial frente a su competencia.

→ Se estimó que la tercera parte de los consumidores de café de EEUU toman dicha bebida fuera de sus casas, ya sea en lugares como cafeterías y restaurantes, así como también oficinas. Por ello, Starbucks pensó en poner sus puntos de venta para sentirse cerca de todos sus consumidores, y los consumidores sentirse cerca de Starbucks, siendo este el tercer lugar para todos.

→ Apareció un público nuevo, el cual tendían a ser más jóvenes, menos educados y de un nivel de ingreso inferior a los clientes más establecidos de Starbucks. Además, la totalidad de los clientes con los que contaba, valoraban mucho el tiempo de entrega de su pedido, haciendo una pequeña guerra de velocidad del servicio, en la categoría de fast food.

→ Hubo una creciente preocupación por la salud en los clientes, debido a que los insumos como la leche contienen alto nivel en grasas y sodio, lo cual conlleva a que ocurra a la obesidad. Por ello, sería una amenaza para la empresa, ya que consumidores enfocarán su consumo de alimentos en productos más sanos y naturales.